Los padres son los primeros y principales educadores de sus hijos

Ante los ataques que últimamente está recibiendo el derecho fundamental de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones morales y religiosas conviene recordar algunos puntos fundamentales:

1.- La paternidad y la maternidad llevan consigo la obligación y el derecho fundamental e inalienable de la educación de los hijos: educación en su sentido material- procurar el sustento para el buen desarrollo de la vida de su prole-, así como en sentido inmaterial- valores espirituales y conciencia ética y moral.

2.- El derecho de los padres a educar a sus hijos no necesita ser reconocido por ningún estado u organismo ya que nace directamente de la naturaleza humana. Por tanto, es incontestable y no puede ser usurpado por ningún poder bajo ningún concepto.

3.- Aun siendo un derecho fundamentado en la naturaleza humana y, por tanto, no necesitado de reconocimiento expreso por ser común a todos los hombres, está ratificado por la Declaración universal de los derechos humanos en su artículo 26.3: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.” y en la Constitución española, Título I: De los derechos y deberes fundamentales. Capítulo segundo: Derechos y libertades. Sección 1.ª: De los derechos fundamentales y de las libertades públicas. Artículo 27.3: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.”

4.- El papel del Estado en materia de educación debe regirse por el principio de subsidiariedad, es decir, que el Estado no puede intervenir de manera directa en la educación de los hijos sin el consentimiento expreso de los padres y, únicamente, en aquellos ámbitos en los que los padres necesiten ayuda. Sin este principio, se podría vulnerar la garantía de contar con una educación pública ideológicamente neutra en una sociedad plural como la española.

Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, debemos exigir al Estado español que respete el derecho natural que ampara a los padres a que eduquen a sus hijos en sus convicciones morales y religiosas, dentro del marco de la libertad religiosa y de educación que recoge nuestra carta magna.

Ana Hormigos

Coordinadora proyecto Libres Para Educar